Caputo y Sturzenegger: Un Ciclo de Repetición en la Economía Argentina
Argentina parece condenada a revivir los mismos ciclos económicos, con figuras como Federico Sturzenegger y Luis Caputo intentando contener la tormenta financiera con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI). En este contexto, el país enfrenta nuevamente tensiones cambiarias, problemas de financiamiento y las mismas recetas de ajuste que caracterizaron la crisis de 2018.
La historia se repite con una asombrosa fidelidad. El dólar ha comenzado a aumentar su cotización, mientras que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sigue cediendo reservas. Aunque la inflación tocó un piso de 2,4%, se prevé que se recaliente tras la inminente corrección del actual crawling peg del 1% mensual.

La Credibilidad en Juego
La credibilidad de la política económica, bajo la dirección de estos mismos funcionarios, está nuevamente en jaque. En 2018, se creyó que un acuerdo con el FMI restauraría la confianza del mercado. Sin embargo, los datos actuales muestran una situación que, aunque fiscalmente diferente, revela un panorama similar en cuanto a la expansión monetaria y el riesgo país, que se mantiene en niveles preocupantes.
Este artículo no solo analiza la crisis pasada; también es un reflejo del presente. Las similitudes entre 2018 y 2025 son inquietantes y nos permiten entender mejor la situación actual, así como las posibles implicaciones futuras.
Desajustes Económicos y Vulnerabilidades
El programa económico de Mauricio Macri, que comenzó en diciembre de 2015, no logró reducir los desequilibrios macroeconómicos. En 2018, la economía argentina presentaba tres desajustes fundamentales: déficit fiscal, déficit de cuenta corriente y un balance del BCRA donde los pasivos remunerados superaban ampliamente a los no remunerados. Esta situación dejó al país vulnerable ante cualquier shock externo, lo que culminó en una crisis profunda.
Entre abril y septiembre de 2018, el peso sufrió una devaluación del 97,53%, a pesar de las intervenciones del BCRA, lo que generó un impacto inflacionario inmediato, aumentando la tasa anualizada del 29% en marzo al 66% en septiembre.
El Rol del FMI y el Nuevo Acuerdo
Ante la falta de dólares y la presión en el mercado cambiario, el gobierno recurrió al FMI. Sin embargo, el primer acuerdo de junio de 2018 se derrumbó rápidamente. A pesar de las expectativas de que el préstamo de USD 50.000 millones restaurara la confianza del mercado, el incumplimiento de varias metas acordadas llevó a un aumento del riesgo país, alcanzando niveles similares a los actuales en marzo de 2025.
La incertidumbre y la caída del primer acuerdo obligaron al gobierno a renegociar los términos del financiamiento, resultando en un nuevo acuerdo que aumentó el préstamo a USD 57.100 millones y estableció objetivos que reflejan la situación actual: déficit fiscal primario cero, crecimiento nulo de la base monetaria y un esquema de libre flotación cambiaria.
Similitudes y Desafíos Futuros
La historia parece repetirse. A pesar de las diferencias que se intentan resaltar, las similitudes entre la crisis de 2018 y la situación actual son notables. La combinación de un elevado endeudamiento, un régimen monetario restrictivo y políticas fiscales contractivas han profundizado nuevamente las tensiones cambiarias.
Aquel programa de ajuste fue presentado como un camino hacia la estabilidad, pero terminó exacerbando la crisis e impulsando la inflación. La fragilidad estructural del país y la precariedad de reservas lo empujan hacia un nuevo síncope cambiario.
Argentina parece atrapada en un ciclo de crisis recurrentes. Si algo nos ha enseñado la historia es que ignorar las lecciones del pasado solo garantiza que se repitan en el futuro. Es vital aprender de estos errores para evitar caer en el mismo abismo una vez más.